Desde la proa del “Guacamayo azul”


He entrado en un estado de pánico racional absoluto e incomunicable. Saber que nadie me escucha, que las palabras son disparos al aire, un S.O.S encubierto entre manigua, raíces desnudas, arenas corrientes y sonidos ancestrales de fondo para un monólogo obsoleto que manifiesta el conflicto de una mente en shock, adoctrinada y citadina.

¿De qué sirven ahora inteligencia, tiempo, leyes, cuando los dioses hablan y me susurran al oído?

La enmarañada selva es un llamado, un navegar entre sabiduría y episodios naturales sobrecogedores, desordenados; un limbo acuático circundante para repensarme y encontrar una salida de mí mismo desde esta orilla del mundo amazónico que corre, serpentea y arrastra con furia mis quimeras personales.

Tengo una profunda sospecha… debo prolongar este viaje, este río en mi cura, estas oscuras aguas son mi salvación.

Texto por José Fernando Zapata H.

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Fotografía digital
Amazonas, Colombia
2018